El fashion comeback más esperado ya está aquí: Anne Hathaway vuelve a ser Andy Sachs en El Diablo viste de Prada II. Y las primeras imágenes del rodaje ya nos adelantan algo: Andy creció, maduró y conquistó el mundo, pero jamás se olvidó de cómo hacer del casual chic un arma de estilo masivo.
Un armario con upgrade
Los looks filtrados confirman que Andy sigue fiel a esa frescura que enamoró en la primera entrega. Jeans con parches, vestidos de Gabriela Hearst, falda vaquera con camiseta blanca y sandalias Chanel… piezas que gritan: “sí, puedo estar cómoda y seguir siendo la más chic de la sala”.
Andy 2.0: la corporate girl con alma fashion
En esta secuela, Andy ya no es la becaria corriendo por cafés (sorry, Emily). Ahora es una mujer que domina el universo corporativo con un guardarropa que habla en sartorial. Chalecos de traje, pantalones sastre, gafas XL y collares de perlas —menos hombreras, más silueta elegante—. Una power woman con la agenda llena de reuniones, pero siempre lista para un afterwork con glamour.
De aprendiz a referente
Su estilo es también un relato personal: dejó la vorágine editorial para consolidarse como periodista en Nueva York, pero Miranda y Nigel siguen presentes en cada elección. Hoy, Andy no solo viste la moda: la encarna. Anne Hathaway lo deja claro en Instagram: la seguridad de conocerse a sí misma es el mejor accesorio de esta nueva etapa.
Entonces, la gran pregunta es: ¿nos enseñará Andy Sachs que el verdadero lujo es vestir como nos sentimos?